Leña
La leña es la madera utilizada para hacer fuego en estufas, chimeneas o cocinas. Es una de las formas más simple de biomasa usada mayormente para calefaccionar y cocinar. Es extraída de los árboles.
Esta es comercializada normalmente a granel o fardos, pero con las nuevas técnicas de almacenamiento y logística, esta se distribuye en la actualidad paletizada y ensacada, así como es enfardada de múltiples maneras.
Tipos de leña
Cada cual posee diferentes capacidades y prestaciones así como su particular olor, particularidad esta que aporta que algunas de ellas sean priorizadas a la hora de seleccionarlas para cocinar barbacoas, paellas y otros guisos que le dan un valor especial, a estas leñas debido al aroma y sabor que desprenden.
Los tipos más habituales de leña usadas en Europa, ej. España son:
- Encina
- Roble
- Haya
- Naranjo
- Alcornoque
- Pino
Los tipos más habituales de leña usadas en Sudamérica ej. Chile son:
- No nativas
- Pino
- Eucaliptus
- Nativas
- Ulmo
- especies del género Nothofagus
Alternativas equivalentes a la leña
Otros materiales que reemplazan el uso de la leña son:
- Las astillas forestales de madera
- Las briquetas
- Los pellets
- El carbón vegetal o mineral.
También se pueden usar otros restos, animales o vegetales para prender fuego:
- Restos de podas.
- Virutas
- Los sarmientos, restos de la poda de la vid.
- Excrementos secos de animales.
Rastrojos, restos de la siega.
Desechos de la combustión de la leña
La creosota, la brea y el hollín son subproductos de la combustión de la leña y la resina que contiene, el cual se adhieren principalmente en las paredes interiores de los cañones (caños) de las estufas y chimeneas que utilizan este combustible. Un deshollinador limpia las chimeneas para evitar incendio.
La combustión de leña también produce dióxido de carbono y vapor de agua, que salen por la chimenea.
La ceniza es el desecho sólido de la combustión en la estufa.