Playa
Una playa es un depósito de sedimentos no consolidados que varían entre arena y grava, excluyendo el fango ya que no es un plano aluvial o costa de manglar, que se extiende desde la base de la duna o el límite donde termina la vegetación hasta una profundidad por donde los sedimentos ya no se mueven. Esta profundidad varía entre playa dependiendo de la batimetría, geomorfología y el oleaje. También se encuentran generalmente en montañas protegidas del oleaje y se suelen formar en zonas llanas. También en las riberas de los ríos, (véase la Playa de las Moreras en Valladolid, España).
Índice
1 Tipos de sedimentos
2 Pendiente y forma
3 Formación
4 La playa como hábitat
5 Véase también
6 Enlaces externos
Tipos de sedimentos
Los sedimentos en las playas pueden variar en composición dependiendo las fuentes que alimenta la playa. Los mismos pueden ser litogénicos o terrígenos, biogénicos o mixtos. Los primeros provienen de la corteza terrestre, muchos de ellos son silicatos (tanto claros como oscuros), micas, minerales oscuros sobre todo hierro y magnesio. Estos se transportan por los ríos desde tierra adentro hasta la costa, por lo cual se debería encontrar playas más terrígenas cerca de las desembocadura de los ríos, mientras que los segundos, los sedimentos biogénicos, provienen del océano o mar. Estos provienen de los restos de las partes duras de carbonato de calcio de los organismos marinos. A diferencia de los terrígenos, los sedimentos biogénicos se producen in situ, lo que significa que no viajan grandes distancias, la gran mayoría se produce cerca de la playa a la cual alimentan. Finalmente, las playas con sedimentos mixtos cuentan con dos fuentes alternas o simultáneas de sedimentos: sedimentos terrígenos que provienen del río y sedimentos que provienen de los organismos marinos (biogénicos) que habitan el área.
Pendiente y forma
La pendiente de la playa es moldeada por la acción del oleaje, siendo este el principal agente de cambio en la forma de la playa, pero no el único (el viento, el hombre, etc.). Se dice que cuando una playa tiene una pendiente inclinada está en o cerca de tener un perfil de verano, el cual presenta la acumulación de sedimentos tanto en la cara de la playa como en la parte de atrás de la misma. Dando paso a la formación del berma, acumulación característica del perfil de verano. Del mismo modo para invierno se forma el perfil de invierno o perfil disipado, en donde la pendiente de la playa es suave o casi plana. Donde la gran mayoría de los sedimentos se han transportado hacia la playa submarina formando la fosa y la barra.
Formación
Para que se forme una playa debe haber ciertas condiciones que lo permitan. Primero debe existir un área geomórfica que permita la acumulación de sedimentos. Segundo, debe ser mayor la acumulación o acreción de sedimentos que la erosión, ya que si la segunda es mayor, no habrá una acumulación permanente. Recordemos que toda playa ha alcanzado naturalmente un cíclo entre la acreción y erosión. Sin embargo, si se insertan nuevas variables que afecten esta relación se puede sobrepasar el límite geomórfico de la playa y desencadenar una serie de eventos que pueden llevar a la pérdida de la playa.
El tamaño del sedimento va a depender de la fuerza del oleaje en la playa. Si es una playa de alta energía, por lo general el sedimento va a ser grueso. Mientras que en playas de energía baja o media baja, los sedimentos van a ser finos y medios, aunque puedan presentar clastos debido a la acción de temporales y marejadas.
La playa es una formación geomórfica dinámica y cambiante, que está en permanente cambio. Están sujetas a cambios extraordinarios generados por la acción del oleaje, los eventos climáticos (tropicales y extratropicales), la acción del hombre, etc. Por eso no se puede decir que se fue dos veces a la misma playa, ya que la playa de hoy es diferente de la de ayer y mañana.
El término "playa" también tiene una acepción a menudo empleada en los textos de Geografía y Geología para designar a los bordes fluctuantes de lagos salobres, salinos o de "salares" propiamente dichos. Es un término muy frecuente en México y el Oeste de los Estados Unidos. Estos lagos salinos o "salares" suelen presentarse en cuencas endorreicas o depresiones de escasa profundidad donde la evaporación es muy intensa, por lo que se van acumulando las sales, al precipitarse, en el fondo de las mismas.
La playa como hábitat
Una playa, un entorno inestable que expone a las plantas y animales que lo habitan a condiciones dinámicas, siempre cambiantes. Sin embargo, esos patrones cíclicos diarios y estacionales proporcionan a numerosos organismos vegetales y animales fuentes de alimentación y refugio. Algunos pequeños animales hurgan en la arena y se alimentan del material depositado por las olas. Es común encontrar cangrejos, insectos y pequeños pájaros, además algunos migratorios y ocasionales, como las tortugas marinas, quienes depositan sus huevos en las playas.
Véase también
- Castillo de arena
- Geografía litoral
- Playa nudista
- Playa de guijarros
Enlaces externos
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